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agosto 21, 2025En Chile, como en muchas partes del mundo, persiste la creencia de que la educación superior garantiza inclusión y movilidad social. Sin embargo, el reciente informe del Observatorio del Contexto Económico de la UDP revela que el desempleo entre personas con educación superior completa alcanzó un 8,1%, el nivel más alto desde la pandemia. Este fenómeno no es exclusivo del país; en otras regiones, como Europa o China, también se observa desempleo significativo entre graduados, lo que ha llevado a una sobreacumulación de títulos sin garantías reales de inclusión laboral.
Tradicionalmente, se ha culpado al “desajuste” entre la formación académica y la demanda del mercado laboral. Aunque este argumento tiene fundamentos, resulta insuficiente. La exclusión no depende solo del sistema educativo, sino de cómo diferentes sistemas sociales —educación, política, ciencia, economía— definen sus propios criterios de inclusión. Así, la educación superior se vuelve una condición necesaria pero no suficiente para lograr la integración social.
Factores como redes de contacto, reputación institucional, condiciones macroeconómicas, ubicación geográfica y legitimidad simbólica de ciertas disciplinas también influyen en las trayectorias profesionales. Esto deja a las instituciones de educación superior en una posición ambigua: prometen inclusión, pero no pueden garantizarla.
Ante este escenario, las universidades deben dejar de prometer que más educación implica automáticamente mayor inclusión. En su lugar, deben desarrollar capacidades institucionales para actuar en contextos de incertidumbre, construyendo vínculos horizontales con otros sistemas sociales y revisando sus propios procesos formativos.
La educación superior debe organizar la inclusión como una tarea continua, reflexiva y situada, más que como un resultado asegurado. De lo contrario, corre el riesgo de perder legitimidad y confianza pública, alimentando el escepticismo intergeneracional y trayectorias laborales que se desarrollan al margen de las instituciones tradicionales.
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